Es curioso. A los seres humanos nos gusta preguntar el porqué de todo. De alguna forma, nuestro cerebro ha evolucionado para querer saber las causas de cualquier suceso. ¿Por qué llueve? ¿Por qué hay terremotos? ¿Por qué sube la bolsa? ¿Por qué me han despedido? Pero cuando se trata de la conducta humana, cuando se trata de saber por qué hacemos una cosa u otra, ahí, ya no.
Preferimos pensar que no existe una causa concreta, que somos libres, que no existe ninguna regla de comportamiento. Claro, si existiera, pensamos, no seríamos más que robots.
Pero, ¿y si te dijera que sí existen leyes que gobiernan nuestro comportamiento, y que lejos de convertirnos en robots, nos dan una increíble herramienta para mejorar nuestras vidas?
Imagina por un momento que conoces las reglas del juego de la vida. No se trata de reglas rígidas e inamovibles, sino de principios que nos ayudan a entender por qué hacemos lo que hacemos. Estas leyes del comportamiento no nos encadenan; al contrario, nos liberan al darnos el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas y conscientes.
Dos leyes básicas de la conducta
Una de las leyes más fundamentales de la conducta establece que las conductas seguidas por consecuencias “agradables” tienden a repetirse. Por ejemplo, si recibes elogios cada vez que terminas un proyecto en el trabajo, es más probable que sigas trabajando duro en futuros proyectos.
Por otro lado, las conductas seguidas por consecuencias “desagradables” tienden a disminuir. Si cada vez que te saltas un semáforo, te quitan un punto en el carnet, es menos probable que continúes con ese comportamiento.
De estos párrafos anteriores, quiero destacar la palabra probable.
Clarificando las Leyes de la Conducta
Es frecuente que la gente malinterprete las leyes de la conducta y piense que decimos que A + B es igual a C, y no es así. Lo que realmente decimos es que cuando a A le sigue B, es muy probable que se produzca C.
Imaginemos que A es un estímulo, B es una respuesta y C es la consecuencia. Muchas personas creen que las leyes de la conducta sugieren una relación rígida y determinista, como en una fórmula matemática donde A + B siempre da como resultado C. Sin embargo, la conducta humana es más compleja y matizada. Lo que las leyes del aprendizaje realmente afirman es que cuando un comportamiento (B) es seguido consistentemente por una consecuencia “agradable” o “desagradable” (C), es muy probable que este comportamiento se repita o disminuya en el futuro.
Para ilustrarlo mejor, consideremos un ejemplo cotidiano:
● Estímulo (E): Un estudiante recibe una tarea difícil.
● Respuesta (R): El estudiante trabaja arduamente en la tarea.
● Consecuencia (C): El estudiante recibe elogios y una buena calificación.
En este caso, no estamos diciendo que cada vez que el estudiante recibe una tarea difícil y trabaja duro, automáticamente recibirá elogios y una buena calificación (A + B = C). En cambio, lo que decimos es que si cada vez que el estudiante trabaja arduamente en una tarea recibe elogios y buenas calificaciones, es muy probable que continúe esforzándose en el futuro cuando se le asignen tareas difíciles, ya que esos elogios y esas calificaciones, en este caso, funcionan como reforzador para el estudiante en esta conducta concreta.
Las leyes de la conducta se basan en probabilidades, no en certezas absolutas. Esto significa que, aunque un comportamiento seguido por una consecuencia “agradable” aumente la probabilidad de que se repita, no garantiza que ocurrirá siempre. La conducta humana está influida por múltiples factores, y las leyes del aprendizaje nos ayudan a entender estos patrones y tendencias generales.
Veamos más ejemplos:
1. Trabajo y Reconocimiento
· Estímulo (E): Un empleado completa un proyecto importante.
· Respuesta (R): El empleado recibe elogios y una bonificación.
· Consecuencia (C): Es probable que el empleado siga esforzándose en futuros proyectos.
2. Relaciones Interpersonales
· Estímulo (E): Una persona dedica tiempo a escuchar y apoyar a sus amigos.
· Respuesta (R): Los amigos muestran gratitud y fortalecen la relación.
· Consecuencia (C): Es probable que la persona siga siendo un amigo atento.
3. Ahorro y Finanzas
· Estímulo (E): Una persona decide ahorrar una parte de su salario cada mes.
· Respuesta (R): La persona ve crecer sus ahorros y se siente segura financieramente.
· Consecuencia (C): Es probable que la persona continúe ahorrando regularmente.
4. Voluntariado y Comunidad
· Estímulo (E): Una persona se ofrece como voluntaria en una organización benéfica.
· Respuesta (R): La persona recibe agradecimientos y siente una gran satisfacción personal.
· Consecuencia (C): Es probable que la persona continúe participando en actividades de voluntariado.
5. Cuidado Personal y Bienestar
· Estímulo (E): Una persona dedica tiempo a prácticas de autocuidado como la meditación o el yoga.
· Respuesta (R): La persona se siente más relajada y equilibrada.
· Consecuencia (C): Es probable que la persona continúe con sus prácticas de autocuidado.
6. Trabajo y bronca:
· Estímulo (E): Un empleado llega tarde al trabajo repetidamente.
· Respuesta (R): El jefe le da una advertencia formal.
· Consecuencia (C): Es probable que el empleado intente llegar a tiempo en el futuro para evitar más advertencias.
7. Teléfono y advertencia:
· Estímulo (E): Un empleado usa su teléfono personal durante las horas de trabajo.
· Respuesta (R): El jefe le da una advertencia o reduce su tiempo de descanso.
· Consecuencia (C): Es probable que el empleado limite el uso de su teléfono durante el trabajo.
8. Pago de facturas y recargos:
· Estímulo (E): Una persona no paga sus facturas a tiempo.
· Respuesta (R): Se le cobran cargos por retraso.
· Consecuencia (C): Es probable que la persona pague sus facturas puntualmente para evitar cargos adicionales.
9. Limpieza y amonestación:
· Estímulo (E): Una persona no limpia el equipo después de usarlo en el gimnasio.
· Respuesta (R): Recibe una advertencia del personal del gimnasio.
· Consecuencia (C): Es probable que la persona siga las normas del gimnasio para evitar futuras advertencias.
10. Plazos Académicos y nota:
· Estímulo (E): Un estudiante universitario entrega un trabajo después del plazo establecido.
· Respuesta (R): El profesor reduce la calificación del trabajo.
· Consecuencia (C): Es probable que el estudiante entregue sus trabajos a tiempo en el futuro para evitar bajas calificaciones.
Más allá de las aplicaciones que el conocimiento de estas leyes tiene en el trabajo y la educación, conocer y aplicar estas leyes nos permite también trabajar en nuestra propia mejora personal. Podemos identificar patrones de comportamiento que queremos cambiar y usar el reforzamiento positivo para establecer nuevos hábitos.
Por ejemplo, si quieres comenzar a hacer ejercicio regularmente, puedes recompensarte con algo que disfrutes cada vez que cumplas con tu rutina. Con el tiempo, el ejercicio se convierte en un hábito agradable y automático.
Aquí es habitual detallar algunos mitos del conductismo y desmontarlos uno a uno. Sin embargo, no vamos a hacerlo. Creemos que esto sería reforzar la conducta de descubrimiento de las leyes de aprendizaje. En cambio, hemos preferido intentar reforzar aquellos pensamientos que seguramente ya tienes, aquellos conocimientos que ya posees.
Todos sabemos que, si un estudiante entrega un trabajo después del plazo establecido, es muy posible que reciba una nota más baja. Esta consecuencia probablemente hará que el estudiante entregue el siguiente trabajo a tiempo. De nuevo, hablamos de posibilidades y probabilidades, no de certezas absolutas.
Al entender y aplicar estos principios, podemos influir positivamente en nuestras acciones y decisiones diarias.
Volvamos al inicio. Queremos saber las causas de todo lo que sucede en el mundo, salvo lo que sucede en nuestra propia vida. Después de haber leído este artículo, ¿piensas que existen reglas de conducta? ¿Crees que nuestras acciones están regidas por principios que podemos entender y utilizar para mejorar nuestras vidas?
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No sé si los ejemplos están bien planteados. Por ejemplo, el primero yo lo plantearía como:
1. Trabajo y Reconocimiento
· Estímulo (E): a un empleado se le asigna un trabajo duro.
· Respuesta (R): el empleado completa el proyecto importante.
· Consecuencia (C): el empleado recibe elogios y una bonificación.
Ante esta situación, es más probable que el empleado siga esforzándose en futuros proyectos.
Corregidme, por favor.
Gracias.